Cerbantes en la casa de Éboli, de Álvaro Espinosa

Cerbantes en la casa de Éboli, de Álvaro Espinosa
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El manuscrito de Orán, con el supuesto testimonio vital de Cervantes se convierte en un filón para plantear un escenario muy concreto de la vida del escritor universal Miguel de Cervantes. Fundamentado en este ficticio hallazgo de la ciudad argelina, Álvaro Espina complementa una biografía apasionante, en tanto en cuanto nos ofrece el despertar del gran escritor, su paso por la juventud y el rastro que pudo quedar impregnado en él de esos años de aprendizaje y descubrimiento.

Poder siquiera divagar sobre todo lo que fue del escritor en los años previos a su maravilloso quehacer literario resulta fascinante tan sólo en su plantemiento. y poder libremente asociar lo que forjó su espíritu juvenil para reflejarse en sus letras o perfilar con qué animo pudo afrontar su participación militar en Lepanto se convierte en un estimulante ejercicio de imaginación histórica.

Nos introducimos pues en un relato pausado en el que poder transitar por las ideas que pudieron rondar la mente del escritor, en medio de un escenario de curiosas intrigas palaciegas. Porque Cervantes dedicó tres años de su vida a realizar tareas de secretario en la casa de los Éboli. Como persona de confianza y preceptor de la hija de los príncipes, el escritor se mueve por la casa sin apenas reservas, y conoce las interioridades más fascinantes de la casa.

Pero la obra, principalmente, es ese dibujo de la juventud del más grande escritor de la Historia. Los primeros amores y decepciones, sus primeros acercamientos a la escritura como fuente de expresión de su alma juvenil. Una pequeña joya que nos acerca al que poco más tarde escribiría las más gloriosas páginas de la literatura universal.

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