Los libros entre lo literario y lo biográfico en torno a estrellas musicales proliferan últimamente con esa intención de ensalzar el mito a la par que se compone un escenario completo sobre la carrera musical, las motivaciones y los tiempos vividos.
Desde Sabina, con su libro «Incluso la verdad» hasta Bowie con «Heroe», pasando por Patti Smith y su «Devoción», novedades que van asaltando las librerías para regocijo de los fans.
Y en casi todas estas ocasiones los títulos de los libros rescatan una vieja canción que, de alguna forma, representa al personaje o nos adentra en particulares vivencias sobre las que este quiere hacer especial énfasis.
En el caso de Loquillo, este «En las calles de madrid» transforma en prosa lo que ya escribiera en su momento en un temita bien conocido de su discografía.
Y en esa traslación hacia lo prosaico, que siempre permite mayor profusión más allá de la métrica musical, Loquillo nos conduce por aquel Madrid pletórico de nuevas tendencias y de libertad en el que la juventud del momento lo exploraba todo.
Con una perspectiva completa de aquel que se ha movido por todo espacio alternativo, se nos conduce desde la bohemia hasta la crítica social, sin olvidar la noción más personal que también aporta un vistazo subjetivo con ese punto de melancolía de todo el que emprende un proyecto vital comprometido con lo artístico, donde se descubren luces y sombras como necesario alimento para la creatividad.
Si bien en algunas ocasiones Loquillo había realizado algún mestizaje entre música y poesía, con versos de Luis Alberto de Cuenca, por ejemplo, este viaje de vuelta hacia lo literario (supone ya el sexto libro en una serie considerable con el ideario social y hasta político del artista) aporta esa noción de balance, de nueva parada para la reflexión y la exposición de emblemáticos recuerdos.
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